martes, 30 de marzo de 2010

La directa relación entre la verdad y la libertad


Muchas veces en nuestras vidas tenemos que dar unas cosas para obtener otras. Para mi este es el caso de la libertad y la verdad. Si queremos ser "libres" debemos de pagar el precio de la "verdad".

Estaba compartiendo en un retiro y se me acerco una persona expresandome el deseo que tenía de que Dios la liberara de una cadena que le estaba impidiendo acercarse mas a El y vivir una vida mas plena, pero hubo algo que llamó mi atención, cada vez que se refería a "estas cadenas" lo hacía de una manera impersonal y siempre añadía la expresión "ya el pasado pasó y no existe", "yo realmente no sé la raiz de lo que me ata", "no hay que perder tiempo pensando en esto", ect..Después de un año me volví a encontrar con esta persona y de sus labios volvieron a salir las misma palabras y yo hasta diría que estaba menos "libre" o "mas atada" que la última vez que hablamos.

Viendo esta situación reflexioné en la frase "la verdad te hace libre", y pensé que lo que quizás estaría pasando con esta persona es que no había tratado esa sitación con la claridad suficiente para reconocer las raíces que la ocasionaban, quizás no había enfrentado "Su verdad".

Ciertamente si en tí hay verdad en tí hay libertad, si llegamos a descubrir la verdad que hay detrás de lo que nos encadena seremos libres pues la verdad nos hace libre " Conocerán la verdad y la verdad los hará libres" Jn 8, 32.

A veces estamos y seguimos encadenados porque tenemos posiciones equivocadas y razones que a nuestros ojos parecen muy ciertas y acertadas pero a los ojos de la verdad y la justicia están "cuestionables" y solo la creemos porque quizás estamos huyendo de alguna realidad específica.
Unas veces estas razones nos excusan a nosotros mismos de ser responsables de "esas cadenas"; otras nos ayudan a esconder "nuestra verdad" porque duele tanto que preferimos envolverla de cualquier manera y bajo cualquier argumento.

Reconocer lo que somos y lo que hemos hecho para perder nuestra libertad es el primer paso para hacernos libres. Yo creo que a pesar de sabernos pecadores tenemos la tendencia de enmascarar nuestra realidad con verdades a medias y eso tiene como consecuencia el resultado de "seguir encadenados".

Si quieres ser libre, examina lo profundo de tu corazón y pídele a Dios ver con sus ojos, porque cuando vemos con sus ojos vemos las cosas como realmente son.

Cuando en nuestras vidas no reconocemos la verdad, seguimos atados con la mentira y quiero incluir en esto "los secretos", "lo oculto", "Los hechos que nos han llenado de tristeza y fracaso" y demás. A veces queremos "olvidar", "borrar" estos acontecimientos, pretendiendo en ocasiones que no hubiesen existido. Suelo referirme a esto como cuartos oscuros y con puertas cerradas que existen en nuestro interior y por más que tratemos de ignorar su existencia están ahí dentro de nosotros manifestandose en nuestra vida presente. Es el momento de abrir las puertas de esos cuartos oscuros para que Dios entre y los llene de luz.
Por más que nos esforcemos en "olvidar" (método de los hombres) y no en sanar/ liberarnos con la verdad (método de Dios), esto no nos llevará a ningún lado, solo nos daremos cuenta que al pasar los años seguimos con las misma ataduras del ayer.

Hay que descubrir y reconocer la causa o el causante (aunque seas tu mismo) de estas cadenas en nuestras vidas, en otras palabras, descubrir la verdad detrás del problema. Cuando esto sucede es como si toda la luz de Dios entrara y rompíera de un solo destello cualquier cadena que sea producto de esa realidad particular.

Por eso cada vez que te sientas "encadenado", "atado", "sin libertad", a pesar de que has reconocido que en Dios esta la libertad, piensa que verdad tiene que ser revelada o declarada en tu vida. Pidele a Dios luz , El es la luz que ilumina toda tiniebla, El es la verdad. NO TENGAS MIEDO!! ATEVETE A SER LIBRE!!